Economía:
     
         
 

Mármol

Desde finales de los años setenta, la población de Líjar se mantiene estable. Sus 517 habitantes viven principalmente del mármol, motor económico de la comarca. Líjar cuenta con canteras dentro de su término municipal. Las más importantes, que se mantuvieron incluso durante la crisis de finales de los 80, son las de Lobera, Cerro Huertecicas y Cañada de la Viña. En la actualidad hay unas 12 explotaciones, gracias al resurgir del mercado del mármol. Pero son pequeñas explotaciones, así que muchos hombres trabajan en el vecino municipio de Macael.

                      "Cantera el Cerro Gordo en el paraje El Pilarico"


También existen varios talleres de elaboración de mármol, donde, como ha ocurrido en gran parte de las fábricas de la comarca, se ha dejado de trabajar exclusivamente el mármol blanco extraído de las canteras de la zona, y se ha pasado a elaborar todo tipo de piedra (granitos, travertinos, cremas…), ampliando de esta forma la oferta y mejorando por tanto la competitividad de nuestras empresas.


"Taller de Mármol"

 

 

Agricultura y Ganadería

Las fuentes llamadas Algarrobo, Marchal y Cañares sirven para el riego de las huertas.

"Campos de Líjar"

También hay almendros y olivos, y algunas viñas. El vino está listo para la época de la matanza, que llega con el frío del invierno, un invierno que no es muy severo: rara vez nieva. Toda la producción de las huertas, hortalizas, patatas, y naranjos incluso, se dedica por completo al autoconsumo. Del monte se extraen las plantas aromáticas: romero, tomillo, albaida, mejorana..., aunque el acceso a los matorrales es difícil.

Existe una floreciente industria dedicada al ganado caprino, un sector que en vez de ir a menos, como ocurre en muchos otros municipios, aquí está resurgiendo.
La mayoría de los ganaderos son socios de la cooperativa Los Filabres, que se encarga de la recogida de la leche obtenida de las cabras.